Panoramas de Reflexión
Cada quien es el arquitecto y artífice de su propia vida, a esto en lenguaje coloquial se le llama “proyecto de vida”. El hombre se guía más por su inteligencia que por sus instintos, por su raciocinio, por su conciencia; sus conocimientos son la base para sobrevivir en las circunstancias más adversas y le permite transformar la naturaleza de forma no instintiva para lograr satisfactores, para ello cuenta con la ciencia y su aplicación práctica, es decir, la tecnología.
¿Cuántos de ustedes tienen un proyecto de vida? ¿Cuántos han anticipado el futuro? El pensamiento es la fuerza edificante, es la luz que ilumina nuestro interior y disipa las tinieblas de la ignorancia, de la duda y nos salva de nuestros errores y nos hace útiles a nuestros semejantes. Con el conocimiento podemos guiar, prever y corregir nuestra conducta, eliminando nuestras pasiones y malos hábitos. Para aquellas personas jóvenes, para los no tan jóvenes como yo, y para los que el destino ya los alcanzó; unos consejos prácticos de cómo planear la vida aprendidos aquí y allá. El buen maestro es aquel que no recuerda quien le enseñó las cosas ni de dónde las aprendió, pero espero que le sean útiles y los reflexionemos juntos: Nunca cuente el dinero antes de ganarlo. Nunca gaste más de lo que gana. Ahorre el diez por ciento de sus ganancias en un fondo que deberá tocar sólo en el último momento de su vida. No hay nada más triste que un anciano pelón, panzón, desdentado, y si a esto le agregamos que esté fracturado y no se pueda mover ni bañar, es un infierno de vida; lo mismo si está tosiendo y expectorando y no tiene dinero para solventar sus necesidades más elementales, en ningún lugar cabe, en ese momento sabrá para que es ese ahorro. Diversifique sus ingresos, no dependa de un solo empleo o un solo negocio, no ponga todos los huevos en una sola canasta. Asegure sus bienes contra siniestros, su casa, su automóvil, su vida, si no lo hace tendrá consecuencias catastróficas. La oportunidad llega tarde y dura poco. Aun así, no emprenda negocios inciertos, arriesgados, dudosos y mucho menos ilegales, no pierda su libertad por un espejismo. No busque pendencias ni querellas, pero defienda a su familia a toda costa, en la guerra y el amor todo se vale, y cuando digo todo es absolutamente todo. Un hombre solo no vale nada pero un hombre que pertenece a una familia lo tiene todo. En tiempos de crisis lo más seguro es la tenencia de la tierra, todo lo demás cambia, el oro, el dinero, los automóviles, las joyas, todo. Si compra un automóvil nuevo, utilícelo mínimo diez años porque si cambia frecuentemente de modelo estará trabajando para otros. Los conocimientos son los que le pueden salvar en cualquier situación y lo mejor es que no pesan y no pueden ser robados.
Hubiera deseado tener una mayor elocuencia para poder exponerles a detalle todos estos pensamientos; sin embargo, la moraleja de todo esto es que deberíamos de hacer mejor las cosas como las hacen las hormigas, ¡las ha visto!, trabajan siempre con tesón y sin descanso para el invierno. ¿No lo cree usted así amigo lector?, piénselo un poco. Que tenga un buen día.
Luis Humberto.
Integrante de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A. C. (REVECO).