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Las campañas y el agua

Por: Héctor Saldierna

Abriendo Brecha

Oficialmente este martes 4 de mayo iniciaron las campañas en Veracruz en la búsqueda de 212 alcaldías y 50 diputaciones estatales, siendo 30 de mayoría relativa y 20 de representación proporcional. Las acciones ya se desplegaron y por todos los medios buscarán llegar para obtener el preciado trofeo de representar a los veracruzanos.

Estamos inmersos en unas de las etapas más delicadas de la vida política del país, donde la desunión es ahora la característica principal. Basta en observar el gran numero de partidos políticos que ahora contienden y que en años recientes no se había observado tal cifra.

Lejos de ser una propuesta de calidad y de viabilidad, se advierte que han llegado una serie de personajes que ni siquiera habían tenido contacto mínimo con la función pública.

Y también es verdad que hemos sido testigos de una enorme disputa al grado que han utilizado todo tipo de artimañas para apropiarse la candidatura, lo que no hace legítimas las aspiraciones, más que el objetivo básico y fundamental de la codicia.

Es una situación que se complica a lo largo y ancho del país. Se manifiesta una especie de rebatinga en la consecución del poder y ya no importa cualquier tipo de consideración moral o legítima, cuando bien se sabe que los procesos electorales se han contaminado.

La violencia ha crecido de manera exponencial y lo que antes no se veía en el país, ahora lo estamos viendo con ojos asombrados ante una perspectiva que podría tomar tintes dramáticos.

Sin embargo, esperemos que en el caso Veracruz no se llegue a tales extremos. Por lo pronto la disputa del puerto de Veracruz será muy fuerte y se puede decir que no hay candidato asegurado. Tal vez con la inercia que lleva Morena haya mayores posibilidades que el candidato de ese partido, Ricardo Exsome, obtenga el codiciado trofeo de la alcaldía.

En la capital de la entidad, Xalapa, Ricardo Ahued se encuentra en la cabeza de las encuestas que se han aplicado. Desde luego, se trata de un hombre con una gran trayectoria política, honesto y congruente. Su paso por la legislatura ha sido positiva y aunque tiene un pasado príísta, siempre se ha manifestado en contra de lo que considera que no es correcto.

Y como ya fue también alcalde de Xalapa, se trata de una persona ampliamente conocida y que sí llega a obtener al triunfo, como así aparece, seguramente tendrá una gestión exitosa y vendría a recomponer el trabajo poco eficiente que ha hecho don Hipólito.

En Boca del Río también se han inscrito varios candidatos. Juan Manuel Unanue que representa al PAN, podría obtener la victoria con base al trabajo eficiente que ha desarrollado el actual alcalde. Humberto Morelli ha hecho  una labor discreta y con efectivos resultados.

Los otros contendientes forman algo así como de chile, dulce y de manteca. En Morena, le representa Dulce María Reguera, conocida más bien como Nena de la Reguera. No tiene experiencia en la actividad política y se ha dedicado más bien a ofrecer cursos y seminarios de belleza. Por Movimiento Ciudadano está contendiendo Ángel Deschamps, que ya había sido alcalde de Boca del Río.

Los otros son nombres poco conocidos. Incluso, la representante del PRI, el otrora partido aplanadora, está llevando a una candidata muy poco conocido en este ámbito de la política. Es una mujer empresaria de nombre Katia, pero sin un historial previo en la actividad pública.   

La parte positiva de todo esto es que solamente serán como 30 días que estarán en campaña y el 6 de junio será la fecha para llegar a las urnas para decidir al mejor candidato. Desde luego, ganarán los que tengan mayor saliva y conocimiento de las artes electorales para asegurar el triunfo.

TEMA DEL AGUA

Sin duda, aquel candidato que prometa que podría poner freno a los abusos del grupo MAS y devolver el agua a la ciudadanía, tendrá mejores posibilidades de ganar. Es un tema ahora neurálgico y existe un fuerte rechazo hacia esa compañía que es manejada por el desprestigiado grupo Odebrecht, de origen brasileño y que fue negociado en su momento con el  tristemente célebre Javier Duarte y siendo alcalde Gerardo Poo. Y, desde luego, también el grupo CAB de Boca del Río, cuyos funcionarios están llenos de arrogancia y de soberbia, además de imponer elevadas tarifas al público.

En ambos casos la propuesta debe ser la cancelación de tales contratos, por tratarse de un asunto de elevada prioridad ciudadana y porque los recursos naturales no pueden ni deben ser manejados por particulares y menos extranjeros con una dudosa procedencia.

Y hasta la próxima.