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Participar en la Democracia

Por Pbro. José Manuel Suazo Reyes

El próximo 6 de junio de 2021 todos los ciudadanos tenemos una cita con la
democracia. Será un día muy importante porque tendremos la responsabilidad
de salir a votar para elegir a quienes desempeñarán una función pública. 21,157
CARGOS DE ELECCIÓN están en juego entre Diputados Federales, Diputados
Locales, Gobernadores, Presidentes, Síndicos y Regidores Municipales así
como juntas y Consejos municipales.
Votar es un derecho y una obligación que no puede tener ninguna excusa, esa
responsabilidad no se puede delegar a nadie. Es una elección muy importante
para la que debemos prepararnos.
Para quienes somos católicos, participar en el proceso electoral es una
obligación moral. A través de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) se nos
recuerdan algunos principios fundamentales que debemos cuidar en nuestra
participación como son la promoción de la Dignidad de la persona humana, la
búsqueda del Bien Común, la Subsidiariedad, la Participación Social y la
Solidaridad entre otros.
De acuerdo a la Doctrina Social de la Iglesia, la Participación Social “se expresa
esencialmente en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano,
como individuo o asociado a otros, directamente o por medio de los propios
representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la
comunidad civil a la que pertenece”.
La participación social es un deber que todos debemos cumplir conscientemente,
de modo responsable y buscando el bien común. Esta participación social en el
caso del proceso electoral tiene varios momentos importantes.
Es necesario participar en el proceso electoral que se aproxima. Hay al menos
cuatro acciones principales:

  1. Informándose y conociendo a los diferentes candidatos así como sus
    propuestas, los principios que los mueven y sus plataformas.
  2. Haciendo un discernimiento a la luz de las propias convicciones para
    decidir el sentido de nuestro voto. Este discernimiento es fundamental y desde
    luego es un asunto personal.
  3. Votando en forma libre, responsable e informada. No es lícito
    comprometer el voto porque alguien te ofrece una dádiva. Los programas
    sociales que recibe la población no pueden usarse como chantaje o coacción
    para inclinar el sentido del voto de los ciudadanos. Si alguien quiere condicionar
    la ayuda que se te ofrece en un programa social a cambio de tu voto lo debes
    denunciar. Eso es un acto de corrupción. El voto es libre y secreto.
  4. Dando seguimiento a las políticas y programas que la autoridad
    legítimamente constituida realiza una vez que empieza su responsabilidad. La
    participación ciudadana se da antes, durante y después del voto.
    Por lo tanto, debemos prepararnos para salir a votar. Como se ha señalado antes
    es necesario el conocimiento de las diferentes propuestas. Es importante
    conocer a los aspirantes, qué partidos políticos o grupos están detrás, qué
    plataforma o principios los respaldan y en el caso de los candidatos es muy
    importante conocerlos también, será necesario saber si cuentan con experiencia
    y si han dado resultados en los servicios o encargos que se les han confiado, si
    es una persona competente o si tiene aptitudes para desempeñar una función
    pública.
    Un funcionario público es una persona a la que se le confían los bienes de la
    comunidad, será por lo tanto un administrador y se le tendrá que exigir que dé
    resultados. No se puede ni se debe escoger a un improvisado o mucho menos
    quienes no tienen fama de honradez. Lamentablemente la política se ha
    convertido para algunos en un jugoso negocio.
    La elección que se aproxima es muy importante, debemos prepararnos y
    participar. Nuestro país nos lo exige.
    Pbro. José Manuel Suazo Reyes
    Director
    Oficina Comunicación Social
    Arquidiócesis de Xalapa