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Los cuatro fantásticos

Por Maricarmen García Elías

Animalia

Es un domingo cualquiera , se puede disfrutar de un desayuno esmerado y el más sabroso de toda la semana pues es el único con tiempo de sobra para elaborarlo , vivir cerca de un pueblo mágico es una bendición  que permite tener al alcance productos del campo frescos , pan recién horneado o incluso de leña , fruta deliciosa , tortillas de mano, en fin una serie de delicias además de paisajes hermosos a cualquier hora del día.

Luego del desayuno, continúa la rutina de los domingos muy parecida a los otros días de la semana pero con un cierto grado de relajación que hasta mis cuatro fantásticos conocen.  Hoy el domingo nos regaló periodos de sol muy ricos, por lo que aprovecho una de las terrazas para escribir “solita”.

Comienzo a revisar temas, noticias, redes sociales, entro a mensajear en chats con mis amigos animalistas por  proyectos que estamos organizando y no sé en qué momento dejé de estar sola porque  de repente volteo y veo a Mau Mau atrás de mí,  echada en un techo que da al jardín, es la gata negra que tiene miles de nombres menos el que originalmente le escogimos su placa dice Princesa, pero nunca la llamamos así en cambio adora chococat, panterita, mouse mouse pero sobre todo Mau Mau porque al llamarla así contesta con un pronunciado  Mauuuu . Mientras veo los ojos de serpiente de Mau Mau que me observan silenciosamente pienso en la buena decisión que tomamos al adoptarla y que de no haberla tomado se habría convertido en un gato feral ya con muchas crías callejeras igual que su mamá lo fue o quizá ya estaría muerta , pero la señora Flor que a veces me ayuda en casa, me dijo un año atrás “Hay dos  gatitos abandonados por el ingenio si quiere le traigo uno y yo me quedo el otro”  no tuve que pensarlo Andrea decidió inmediatamente que sí, los esterilizamos y sería su primer rescate , Mau Mau llegó para quedarse,  entre tres perros se ha ganado su lugar en la manada.

Cerca de mis tenis siento calorcito pero no necesito voltear ya sé que es Padme la perrita criolla que el 7 de mayo cumplirá 12 años , ella no necesita hablar . Una hora antes su ladrido me hizo antojar de estar en la terraza , la oí ladrar con ese ladrido suave pero enérgico que me alertaba de algo , le conozco más de quince ladridos diferentes para cada ocasión y éste era de algo no grave pero que definitivamente ella quería que yo supiera y sí , subo a ver de qué se trata y veo al vecino a un lado de mi terraza haciéndole arreglos a su casa , saludo al vecino , platicamos tantito y la acaricio por avisarme, ella se relaja.

En realidad Padme me escogió a mí, unos tíos recogieron a una perrita embarazada y cuando tuvo a los bebés me regalaron uno de cumpleaños , me dijeron que lo fuera a escoger pero al pararme frente a la caja enorme de cartón donde estaban , Padme me vio estaba echada mientras los demás jugaban, Padme se levantó y se acercó a donde yo estaba y me extendió sus patitas, lo demás es historia ha vivido conmigo de todo , es ella quien realmente ha rehabilitado a los perros en situación de calle que ayudamos a lo largo de varios años , les ha enseñado a todos sin importar su pequeño tamaño,  modales y reglas de la casa, les ayuda a socializar , es ella una perra extraordinariamente inteligente y tolerante que tiene todo mi amor y agradecimiento por todo lo que le ha dado a nuestra familia.

Sigo buscando temas para la columna pero me interrumpe una pelota amarilla que dejan caer en mis piernas abruptamente desde un largo hocico , es Coffee un pastor belga que adoptamos por el tema de la seguridad  y un proyecto de terapia con animales , decidimos que es el último perro que adoptaremos y por ello es más especial , cuando lo vimos parecía un lobito y fue amor a primera vista , Coffee tiene todo nuestro amor y es el guardaespaldas de mi hija, sé que con él está segura,  pudo recibir un entrenamiento positivo en obediencia, guardia y seguridad , me acompaña a todos lados con ese caminar elegante que tiene y aunque cuando la gente lo ve se baja de la banqueta o se asusta , es el perro guardián más cariñoso, juguetón  y noble que conozco, disfruta ver películas o el super bowl como si fuera una persona más hasta que el sueño lo vence y se queda echado .

Por último,  se asoma una panza regordeta de debajo de uno de los sillones de la terraza  con interminables ronquidos que no dejan concentrarme, es Gertrudis la pug, mi favorita dicen los que me conocen. A Gertru su anterior familia dejó de tenerle amor, tiempo, recursos y paciencia, la conocí de año y medio, en realidad no es algo nuevo los pug sufren mucho por ser “bonitos” su anatomía es la de una raza mal creada que no debería existir por todas las malformaciones que tienen y los problemas de salud que eso les acarrea,   pero existen y hoy en día hay miles de pugs por ahí abandonados o en malas condiciones por ignorancia de la gente. La esterilizamos como a todos los demás y es la ternura de la casa, siempre tiene un beso o caricia para todos, es la más tranquila y la más dormilona, hemos hecho adecuaciones en su día a día para que su vida sea más fácil. Y así transcurre otro domingo con mis cuatro fantásticos a los que amo hasta el tuétano, ellos hacen de la casa un hogar feliz de paz y mantienen alejados los efectos negativos de la pandemia.