Al estilo Mathey
Buen día apreciado lector:
Un poco hastiados por el encierro, poco después del soleado mediodía, junto con un familiar -bien protegidos contra el virus- nos escapamos en coche de casa, el dominguito, a contemplar la ciudad y buscar dónde comer.
Pero antes me llamó la atención que portando cubrebocas, varias familias en sus vehículos adornados con globos de colores, pasaban frente a casa activando festiva pero responsablemente los cláxones.
¡Qué bien!, pensé algún vecino celebra su cumpleaños y le llevan regalos; porque esa práctica la observé el año pasado, en video de un hermano que vive en Ciudad Juárez. Es algo novedoso y alegre, Felicidades al vecino y a sus conscientes amigos que en nuestros tiempos buscan alternativas a las nuevas circunstancias para la convivencia social.
Como los accesos al centro están bloqueados por el gobierno para evitar aglomeraciones peligrosas, enfilamos hacia Coatepec por esa bonita carretera que por lo que se ve, muchísimos de quienes la utilizan actualmente junto con las autoridades que la deben vigilar, los primeros no la saben usar y los segundos no se ve que la quieran vigilar. A pesar de tantos accidentes, sin duda ni quien se preocupe, les vale eme.
Y tan hermosos paisajes que nos brinda la naturaleza en esta bellísima zona de nuestro gran estado, que pocos saben apreciar, como esa gente que se sube a los aviones a dormir, sobre todo del lado de ventanillas, pierden la capacidad de asombro y no aprecian ni valoran las maravillas de la creación.
Pero ahora lo más grave es la falta de información; va uno en ruta lenta hacia el centro del pueblo, igual de bloqueado que Xalapa por instrucciones superiores del gober invisible y no se advierte preocupación. Igual que en Xalapa, uno ve que hay gente con cubreboca, pero mucha más que no; ¿qué es esto?, que no saben o no se dan cuenta que ponen en riesgo sus vidas y las del prójimo?
Doblamos hacia la salida a Xico, fuimos a conocer un restaurante de antojitos ahí junto al salón Texin. Un lugar limpio, amplio, con área techada, sin paredes y mesas al aire libre. El problema, que ojalá sus propietarios resuelvan, es que falta la sana distancia.
Caray, ¿no será que la gente no se da cuenta o no quiere entender el peligro que nos acecha?, ¿por qué si el actual gobierno no quiere recurrir a los medios de comunicación tradicionales; si no sabe utilizar las benditas redes sociales para hacer una intensa campaña de concientización, contrata mínimo a los careros del gas que tooodos los días con estridente música despiertan (y molestan) a los veracruzanos, para que tan siquiera al mismo tiempo suelten algún buen promocional de alerta?
Cuando menos como lo hacía en Acayucan el bien recordado Don Chucho Alegría con sus anuncios mañaneros de aquel tiempo, acá los gobiernos dieran chamba a bicicleteros con bocinas y transmitir mensajes que además despierten nuestra conciencia y nos alerten de que ¡esto es en serio caaones!