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Labor de empuje.

Por Luis Humberto Muñoz Vazquez

Panoramas de Reflexión

            Promover con empeño, ahínco y tesón la cultura y las artes, en verdad que no se me hacen para nada fácil y sencillo. Es una tarea que requiere de disposición de tiempo, ánimo, empuje, conocimientos y principalmente dinero, sí, dinero; porque es el motor que mueve al mundo. Gastos pequeños como gasolina, pasajes, alimentos, materiales de apoyo; baratos pero indispensables, minucias si usted quiere, pero si los suma, encontrará que a la larga son cantidades considerables.

            La educación, el deporte y la cultura, son aspectos de escaso interés que ninguna administración de cualquier índole en el ámbito político prefiere invertir demasiado porque en primer lugar, se antepone a los intereses generales de un sistema político inmenso y corrupto, la burocracia mexicana. Agréguele usted a esto una sociedad dormida, ávida sólo de fútbol, música barata, televisión, celulares y esparcimiento en general. Condiciones ideales para promover un escaso nivel intelectual, cultural y deportivo en México. Un ya clásico nivel de octavos de final o sexto partido es a lo más que puede aspirar una selección nacional de futbol; unas cuantas medallas de oro, plata y bronce, en las olimpiadas, y pocos escritores reconocidos mundialmente. Pero ¿Y qué con eso? Los resultados saltan a la vista, pero ¿y a quién le importa eso? Usted cree que a nadie pero no es así. Los jóvenes son la semilla que habrá de sembrar nuestra esperanza si es que la hacemos germinar adecuadamente con los fertilizantes oportunos, los incentivos necesarios y los nutrientes correctos. La titánica indiferencia que nos caracteriza y el contubernio mediático que aprovecha el sistema para anestesiar al pueblo y distraerlo de las cosas que verdaderamente valen la pena, haciéndolo ocuparse de trivialidades o de la crisis fomentada por él mismo, son estrategias todas que por décadas le han dado excelentes resultados a unos cuantos encumbrados que benefician a ellos mismos y algunos de quienes se rodean. Por qué cree usted que existen alguno que otro monopolio en México en ciertas ramas de actividad. Por qué cree usted que existen demasiadas empresas transnacionales en el país. Por qué cree que hay demasiado comercio informal y exagerado desempleo. Cada pregunta que se haga le llevará a otras en proporción geométrica. Atrévase a preguntarse, investigue un poco y, si tiene suerte, encontrará las respuestas. Gran parte de ellas, si no todas, está en nosotros mismos.

            Nos hace falta tener ganas de aprender, de estudiar, de trabajar, de emprender, de conocer, de no ser dejado ni indiferente, de interesarnos por nosotros mismos, por nuestro bienestar y el de nuestros semejantes. Un malestar, un problema, por pequeño que sea, no sólo afecta a alguien en particular, comienza por afectar a quienes están más cerca, luego, a quienes le rodean hasta que en poco tiempo es social y afecta a la comunidad entera. Piénselo, despierte, trabaje, produzca, luche por usted mismo, que al hacerlo, lo hará para los demás también. Por todos. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.

Luis Humberto.

Integrante de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A. C. (REVECO).