Prosa aprisa
Cuando más lo necesita, por la cercanía de las próximas elecciones, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez repuntó por segundo mes consecutivo en el seguimiento que le viene dando la encuestadora Mitofsky para el periódico El Economista, aunque su aprobación sigue siendo baja y apenas si acaba de arañar el nivel de 40%.
En octubre incrementó su porcentaje de 35.9% a 37.3% y ahora en noviembre avanzó de 37.4% a 40.3%, un porcentaje +3.0. La última vez que alcanzó el rango de 40% fue en septiembre de 2019, hace más de un año. Entonces alcanzó 40.6%.
Sin duda, se trata de un avance significativo si se toma en cuenta que apenas cinco meses atrás, en junio, cayó a 28.9%. De cuatro niveles: sobresaliente, alta, media y baja, el gobernador de Veracruz llega apenas al penúltimo. Ha dejado bastante atrás a Cuauhtémoc Blanco, de Morelos, el peor, que tiene 18.3%, pero está muy distante de Mauricio Vila, panista, de Yucatán, quien tiene una aprobación de 69.6%, casi 70%.
El porcentaje de Cuitláhuac dista también considerablemente del que tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador en Veracruz, 63%, uno de los cinco más altos en todo el país.
Con esas cifras está cerrando el año, cuando faltan cinco meses y días para que los veracruzanos vayan a las urnas. Desde ahora se da por hecho que la figura a vencer por parte de la oposición es la de AMLO, y reitero que la única explicación posible de su fuerza en Veracruz es por sus programas sociales, que bien ha desplegado y aplica el delegado federal Manuel Huerta.
Dan pasos para alianza estatal PAN-PRI-PRD
Luego de que el sábado los partidos PAN, PRI y PRD formalizaron ir en alianza en 158 de los 300 distritos de mayoría para postular candidatos comunes a la Cámara de Diputados en la próxima elección, ahora buscan concretar un acuerdo para hacer lo mismo en el Estado.
Será interesante saber cómo harán el reparto de las candidaturas. Los tamaños de las rebanadas de pastel que les tocará a cada partido será decidido entre Marko Cortés, Alejandro “Alito” Moreno y Jesús Zambrano, dirigentes nacionales panista, priista y perredista, respectivamente, sin que toquen baranda los comités estatales.
Para el caso de Veracruz, ayer en la mañana se tomaron “un cafecito” en un restaurante de la Ciudad de México los tres mencionados con los respectivos dirigentes estatales, Joaquín Guzmán Avilés, Marlon Ramírez Marín y Sergio Cadena Martínez, para formalizar el acuerdo nacional, pero también para que inicien el acuerdo estatal. Por eso el primero de ellos retornó de inmediato a Xalapa para, por la tarde, cubrir la formalidad del acuerdo nacional (sin esperarse a que les tomaran una foto juntos).
En sesión de la Comisión Permanente del Consejo Estatal del PAN se aprobó por unanimidad el método de designación de los candidatos, hombres y mujeres, lo que automáticamente facultó a Marko para que decida por dedazo quiénes irán por su partido.
Joaquín y Marlon pidieron para sus partidos las 20 candidaturas, pero los jefazos nacionales dijeron que todo será equitativo y de común acuerdo.
Como bien comentó ayer Héctor Aguilar Camín, se trata de lo impensable, una alianza entre los enemigos políticos históricos, azules y tricolores, que, comentó, si es un aviso de lo que vendrá, quizá se esté en los primeros pasos de un realineamiento inédito del sistema de partidos y de las convergencias electorales del país.
El periodista hace, a mi juicio, interesantes consideraciones. Recuerda que los partidos tradicionales fueron barridos en 2018 y señala que sería suicida para ellos llegar sin cambios al proceso electoral. Apunta que se han aliado para competir en distritos que saben que no pueden ganar solos, mediante la figura de “coalición flexible”, esto es, que cada partido conservará los distritos (142) que pueden ganar sin alianza.
Dice que es cierto que MORENA va adelante en la intención del voto en la mayoría de los distritos, pero que en muchos de ellos queda abajo de la coalición, sin contar que es mayoría la de los indecisos, y que seguramente los estrategas electorales del presidente hacen cuentas de los riesgos de una alianza que hubieran preferido no tener.
Concluye que la aritmética electoral dibuja cualquier escenario menos un día de campo para los morenistas en 2021. Coincido con él. Tan pronto se formalizó la alianza, se desató una campaña nacional, encabezada por el propio presidente –no obstante las peticiones que le hizo el INE para que no se involucre en el proceso–, descalificando a los tres partidos, lo que claramente refleja la preocupación que le causa que se hayan unido.
“Construyen” la alianza estatal
Ahora tratarán de aterrizar la alianza en el Estado. Contra la versión de que el más férreo opositor a aliarse era el dirigente estatal panista, Guzmán Avilés, personeros del PRI (¡los tricolores hablan muy bien de él, más y mejor que los propios blanquiazules!) me aseguran que, al contrario, es el más entusiasta e interesado y que participa con la mejor disposición en las mesas de acuerdo.
Por ahora, la alianza está “en construcción”. El viaje ayer a la Ciudad de México fue también consecuencia de sendas peticiones que cada dirigente estatal había dirigido a su líder nacional expresándoles su deseo de ir en una causa común y pidiéndoles su anuencia. Ayer les dijeron que primero lo federal y luego lo estatal, pero les dieron luz verde, les expresaron que “van bien”.
Antes de que instalen su “mesa de acuerdo”, algo que ya ha quedado claro es que, para el caso de las alcaldías, los municipios que recibirán un trato especial y que se dejarán hasta lo último para resolver serán los de Xalapa, Veracruz y Coatzacoalcos, por lo que, me aseguraron, cualquiera que diga que ya está amarrado no tiene sustento alguno.
Asimismo, otra cosa que me aseguran es que –“por favor manéjalo, que quede muy claro”–, para el caso local (diputados y alcaldías), las que decidirán serán las dirigencias estatales y para nada las cúpulas nacionales. “Será de aquí para allá. Acá tomaremos los acuerdos y les daremos vista solo para que den su aval”.
Algo que están previendo será postular a los mejores perfiles y es posible que haya vetos: si un partido no está de acuerdo (por ejemplo, si rechaza a un exmilitante) buscarán alguna propuesta que los unifique. Van a respetar la cuota de jóvenes y mujeres.
Panistas de Veracruz votaron a favor del sí
Por otra parte, aunque se dijo que será el CEN el que haga el anuncio oficial del resultado de la consulta de la dirigencia estatal a su militancia sobre si quieren ir en alianza o no, extraoficialmente se informó a “Prosa aprisa” que la mayoría, el 69.7%, votó a favor del sí, lo cual allanó también que ayer Joaquín Guzmán Avilés fuera ya con la seguridad del respaldo de los suyos a negociar.
La que viene, qué duda cabe, será una guerra electoral interesante e inédita, que dará mucho de qué hablar.
Javier Herrera sale en defensa de su padre
En las redes sociales, el joven Javier Herrera Borunda, coordinador de la Agenda Legislativa del PVEM en la Cámara de Senadores, salió ayer en defensa de su padre, el exgobernador Fidel Herrera Beltrán. Publicó:
“El día de hoy veo reportajes donde de manera soez e injusta calumnian a mi padre. Es claro que dichos reportajes carecen del rigor metodológico que la profesión del periodismo entraña, pues se basan en testimonios de oídas de terceros, carentes de todo valor; muy acorde con los tiempos políticos.
Mi padre nunca ha tenido problemas con autoridad alguna, ni nacionales y mucho menos internacionales.
El hecho real es que todas y cada una de estas infames calumnias ya habían sido hechas en el pasado. Todas fueron desmentidas por la realidad y aclaradas a plenitud en su momento.
Él, hace años, dejó la vida pública para concentrarse en su salud.
Agradezco los mensajes de cariño y afecto que he recibido en las últimas horas, su legado de servicio habla por él.”