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Deuda externa es dependencia

Por: Hector Saldierna Martinez

Abriendo Brecha

DEUDA EXTERNA ES DEPENDENCIA

El pasivo global de la deuda externa mexicana asciende a 12.1 billones de pesos y sólo en un año paga la cifra de 541 mil 94 millones de pesos, que es equivalente al presupuesto de dos sectores básicos: salud y educación. Son extraordinarias cantidades derivada de las deudas que han contratado los gobiernos a lo largo de los últimos años.

Figura de manera prominente la famosa deuda del Fobaproa, suscrita por Ernesto Zedillo cuando se generó el error de diciembre de 1994, donde el país entró en una fuerte crisis económica en el intervalo con la presidencia de Carlos Salinas de Gortari.

Aunque ahora el gobierno no contrate nueva deuda, de cualquier manera las cantidades a pagar, incluido capital e intereses, son sumamente onerosas e impiden el sano desarrollo del país, sobre todo en las áreas más sensibles. Esto también quiere decir que la mentalidad de los gobiernos mexicanos a lo largo de su historia ha sido caótico y no han reflexionado sobre los graves perjuicios que ello ha ocasionado.

Uno de los grandes estadistas que ha tenido México, el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, opinaba sobre este particular en un documento que llamó su Testamento Político, en la década de los años treinta:

“Considero que de sostener el monto y el ritmo de endeudamiento externo que hace más de dos décadas se practican, se otorgaría innecesariamente un arma que perpetúa la dependencia y, en cuanto a sus efectos, la historia de México es muy elocuente…

Hace una anotación sobre la influencia norteamericana:

“A pesar de las advertencias nacionalistas de una opinión pública alerta, sigue presente la indiscriminada penetración de capitales norteamericanos en la industria, el comercio, las actividades relacionadas con el turismo y otros renglones de la economía, penetración que se realiza con el respaldo de una banca también subordinada a instituciones internacionales que, a su vez, representan a los principales inversionistas norteamericanos que aquí operan, completando de esta manera el círculo vicioso que descapitaliza al país.

Y agrega:

“Más grave aún que la penetración de capital norteamericano sí cabe, es la inevitable consecuencia de que para consolidar  su posición extiende su influencia  como la mala hierba, hasta los centros e instituciones de cultura superior, pugnando por orientar en su servicio de enseñanza y la investigación y, asimismo, se introduce en las empresas que manejan los medios de información y comunicación, infiltrando ideas y normas de conducta, tendientes a desnaturalizar la mentalidad, la idiosincrasia, los gustos y las costumbres nacionales y convertir a los mexicanos en fáciles presa de la filosofía y las ambiciones del imperialismo norteamericano”. Págs. 19 y 20. Mensaje al pueblo de México y Testamento Político del Gral. Lázaro Cárdenas.

Sacamos otros textos, en tiempo y forma distintos: La publicación Global Energy, de octubre de 2017, afirma:

“Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, resaltó que con el nuevo panorama energético nacional se han otorgado 224 permisos para la importación de gasolinas y 324 para diésel…. En los próximos años llegarán a México 16 mil millones de dólares de inversiones”.

“En sólo ocho meses, México pasó de tener una sola marca de gasolinera en el país a 21, con la puesta en marcha de la primera estación de Servicio marca Shell…. Los consumidores, ellos tienen que ser los ganadores”.

Aquí se advierte, de acuerdo al funcionario del sexenio de Enrique Peña, que la apertura de nuevas gasolinerías implicaba  la llegada de capital extranjero norteamericano y la expresión engañosa que los consumidores son  los principales beneficiarios.

Sin duda, las reflexiones del Gral. Lázaro Cárdenas están más vigentes que nunca y el camino de México ha sido siempre por un terreno tortuoso que nos apega a los EU, con los consiguientes perjuicios de deuda pública y la penetración tan profunda que se adueñan del alma del ser mexicano.

Para ello hemos tenido presidentes a modo que son representantes de los intereses norteamericanos, siendo el más significativo Carlos Salinas, con lo que abrió las puertas de par en par que contribuyeron a casi una dominación total de los vecinos en la manera de gobernar y de conducirse en estricto apego a las modas, costumbres y sujeción  hacia el vecino país.

La llegada de Andrés Manuel no ha sido la ortodoxia. Se ha salido del molde, por lo que también ha  sido sujeto a los más violentos ataques mediáticos. Con todos los defectos que a diario le recetan por todos los medios de información, incluyendo las redes sociales, está muy lejos de representar al gobernante idóneo para los intereses gringos.

Los conceptos del Gral. Lázaro Cárdenas encajan muy bien en todo este contexto. En su tiempo, década de los 30, alertaba ya sobre el gran peligro que representaba el imperialismo norteamericano y no se equivocó para nada en sus apreciaciones.

Como bien decía el distinguido ingeniero Eugenio Méndez Docurro, gran promotor de las instituciones de investigación,  que existen mexicanos que son extranjeros y son capaces de sacrificar a su propia patria para servir a los intereses extranjeros. De esos hay muchos ejemplos.

Y hasta la próxima.