El papa Francisco instó el miércoles a la gente a seguir las recomendaciones de los gobiernos y las autoridades sanitarias para impedir los contagios de coronavirus, en una audiencia general celebrada de nuevo en su biblioteca privada en medio de un repunte de los casos en Europa.
En otro indicio de que el Vaticano volvía a endurecer las restricciones contra el virus, la Santa Sede anunció que cerraría al público los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina al menos hasta el 3 de diciembre. Los museos, que son una fuente importante de ingresos para las ciudad estado, habían reabierto el 1 de junio tras casi tres meses cerrados en la primera oleada de la pandemia.
El Vaticano anunció la semana pasada que Francisco, de 83 años, suspendería las audiencias públicas y celebraría las siguientes liturgias sin grandes grupos de fieles.
La decisión se tomó después de que una persona que asistió a la audiencia del 21 de octubre diera positivo, 13 guardias suizos que protegen al papa se infectaran e Italia reimpusiera nuevas restricciones sobre las reuniones públicas en un intento de frenar el rebrote.
Francisco celebró la audiencia del miércoles en su biblioteca privada con unos 10 sacerdotes para traducir los resúmenes de su lección de catecismo, que se emitió en vivo a través de internet.