La Arquidiócesis de Xalapa está celebrando 100 años de la llegada de San Rafael Guízar Valencia, el V Obispo de Veracruz. Este fue el motivo principal de la visita del Nuncio Apostólico S.E. Franco Coppola a esta ciudad capital.
El representante del Papa en México tuvo tres intervenciones principales: la Ordenación de 4 nuevos sacerdotes para la Arquidiócesis, el encuentro con los representantes de los medios de Comunicación y la celebración eucarística en la Iglesia Catedral de Xalapa. Junto a estas actividades, el Nuncio Apostólico visitó además el Museo de Antropología, el Museo de San Rafael Guízar Valencia y la tumba del V Obispo de Veracruz.
El V obispo de Veracruz fue beatificado en Roma en 1995 por San Juan Pablo II y canonizado hace 14 años, el 15 de octubre de 2006 por el papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro. San Rafael Guízar fue un “héroe de las virtudes cristianas”, “un gigante de la caridad”, fue el primer obispo mexicano en ser declarado santo, de ahí que haya sido proclamado como patrono de los obispos de México.
La catedral de Xalapa es visitada durante todo el año por miles de peregrinos, el número se eleva en torno al 24 de octubre porque es cuando se celebra su memoria litúrgica. Numerosos peregrinos acuden a venerar los restos de San Rafael Guízar para pedir a Dios que escuche sus súplicas y remedie sus necesidades tanto espirituales como corporales.
Este año, las celebraciones de la fiesta de San Rafael Guízar Valencia se llevaron a cabo de una forma especial. Debido a la contingencia sanitaria del COVID-19 fue necesario aplicar las medidas sanitarias, reducir el número de celebraciones litúrgicas y controlar el acceso a la Catedral de Xalapa por parte de los peregrinos.
Gracias a las plataformas digitales de la Arquidiócesis, miles de devotos de San Rafael Guízar pudieron seguir desde diferentes lugares, el desarrollo de las celebraciones litúrgicas; incluso fue posible hacer una peregrinación virtual para orar ante la tumba de San Rafael Guízar Valencia.
Somos conscientes de que, en este tiempo de contingencia sanitaria, causada por el COVID-19, el sufrimiento humano se ha hecho presente en muchos hogares sea por la pérdida de algún ser querido como por el contagio de algún familiar. El sufrimiento está presente en el corazón de mucha gente.
Debemos recordar además que esta realidad del sufrimiento humano acompaño también la vida y ministerio de San Rafael Guízar Valencia. En este sentido al santo obispo de Veracruz no le son extrañas todas las ´suplicas y necesidades que brotan de corazones destrozados y afligidos por el sufrimiento.
En efecto San Rafael Guízar estuvo a punto de morir ahogado cuando fue seminarista; ya ordenado sacerdote asumió con obediencia cristiana la suspensión del ministerio sacerdotal; cuando llegó a Veracruz se encontró con una diócesis que había sido devastada a causa de un terremoto. Su arribo a Veracruz le trajo aflicción y sufrimiento por la situación dramática que estaban viviendo sus feligreses.
Agregamos además las experiencias de exilio, el ambiente de persecución religiosa, la confiscación de bienes patrimoniales en su diócesis, el asesinato del P. Darío Acosta, el hecho de tener que sostener su seminario en el exilio, además de los padecimientos de salud como la diabetes, la obesidad causada por un trastorno endocrinal, el malestar físico que le causaba una llaga varicosa en una pierna y sus cardiopatías. Nada de esto disminuyó su ímpetu misionero, su caridad pastoral y sus continuas misiones.
San Rafael Guízar Valencia fue un obispo cuya vida y ministerio estuvieron marcados por la cruz de Cristo, por eso le encomendamos que interceda ante Dios por todos los que sufren espiritual o físicamente, sea por causa de la enfermedad, por la violencia o por la extrema pobreza.
¡San Rafael Guízar Valencia, intercede por nosotros!
Pbro. José Manuel Suazo Reyes Director Oficina Comunicación Social Arquidiócesis de Xalapa
Un pastor marcado por el sufrimiento
Por: Pbro. José Manuel Suazo Reyes