Jorge E. Lara de la Fraga

El IPE, entre zozobras y esperanzas

Por Jorge E. Lara de la Fraga

ESPACIO CIUDADANO

 El IPE, entre zozobras y esperanzas

 Jorge E. Lara de la Fraga

Cuando escuché que por la vía digital le pedían al gobernador Cuitláhuac García Jiménez su intervención para que los últimos tres mandatarios estatales tricolores (Alemán Velasco, Herrera Beltrán y Duarte de Ochoa) restituyeran al IPE los múltiples millones de pesos que pidieron en calidad de préstamo, no pude más que sorprenderme por la candidez de la solicitud y considerarla –en el mejor de los casos- como un sueño o un anhelo infantil en una de estas calurosas noches de verano. Lo que tenemos que demandar y exigir todos los derechohabientes del Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz es que tal dependencia oficial siga persistiendo como instrumento solidario y humanista, mejorando su estructura técnico – administrativa, cumpliendo con su normativa y guiándose por los senderos de la transparencia, honestidad y de la eficiencia. Por cuanto a ese pasado sombrío, vergonzoso y devastador, bueno sería que todos los veracruzanos estén conscientes que esos señalados personajes de la política, otrora ensalzados y catalogados como insignes estadistas, no fueron más que unos hampones insaciables y unos depredadores de la peor catadura moral.

A propósito del caso les comento a los nuevos pensionados y jubilados, así como a los derechohabientes activos del IPE que durante la gestión de Javier Duarte de Ochoa, a lo largo de su sexenio (2010-2016), agrupaciones diversas como la COPIPEV luchamos al máximo para impedir el mal uso de los recursos públicos y oponernos al cambio arbitrario de las normas pensionarias (tránsito hacia el inapropiado modelo de las Afores), así como para exigir el pago puntual de las percepciones mensuales, en retribución legítima por nuestros servicios a la comunidad por 30 años o más, aportando puntualmente las cuotas estipuladas por la ley. Es de justicia resaltar que en tal período de insurgencia hubo marchas, plantones, mítines y emplazamientos al gobierno; no faltaron los volantes, las cartas abiertas, los manifiestos elocuentes y las mesas de análisis para diseccionar la problemática del Instituto creado a mediados del siglo XX y plantear opciones razonadas para superar a fondo la crisis de dicho organismo. Fueron memorables las expresiones y consignas de esa multitud avasalladora de personas de la tercera edad que no se amilanaron ante las amenaza y ante las actitudes hostiles de los elementos gubernamentales. Las rúas y áreas públicas escucharon con claridad cuestiones como las siguientes: “El IPE no se vende, el IPE no se da; porque tiene pensionados con mucha dignidad… Jubilado consciente, ni se rinde ni se vende… Adelante, atrás, a los lados, aquí no hay acarreados… Auxilio, socorro, se roban nuestro ahorro… Repudio total a la cuenta individual… Pensionados unidos jamás serán vencidos… No falta dinero, sobran ladrones… etc…”

Por cuanto a la Coalición de pensionados del IPE de la entidad veracruzana (COPIPEV) habrá que decirse que además de coordinar las diversas acciones estatales de protesta contra la administración anárquica de Duarte de Ochoa y de estructurarse legalmente por la vía jurídica, rigiéndose por estatutos, con miembros participativos y a través de asambleas democráticas, estableció contacto con senadores y diputados de la República para tratar de alcanzar sus objetivos reivindicadores. Entre otras cosas sus consignas, para mejorar al IPE, eran:  Rendición de cuentas, transparencia en el manejo de los recursos, auditorías externas, democratización del Consejo Administrativo, información veraz y oportuna, así como la racionalización y la austeridad institucional. De manera puntual propuso (pronunciamiento del 28 de agosto de 2012): Asegurar la viabilidad del Instituto bajo los principios de preservar el modelo solidario, de garantizar transparencia y rendición de cuentas, además de profesionalizar y democratizar los órganos de gobierno de tal organismo. Una reestructuración integral a fondo, no sólo ajustes o “afeites cosméticos” sin relevancia.

De lo narrado ya ha pasado un poco más de agua sobre el puente. Se fue el abominable Javier Duarte y el IPE pervive. Durante el bienio panista, presidido por el ex – gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, la institución pensionaria no acusó cambios significativos en la estructura y en su funcionamiento, pero lo favorable para los jubilados y pensionados fue que durante esos 24 meses todos recibieron (recibimos) puntualmente las pensiones y el aguinaldo respectivo. Ahora con la conducción gubernamental morenista, bajo la responsabilidad de Cuitláhuac García Jiménez, se vislumbran mejores tiempos para la dependencia oficial ubicada en el bulevar del Arco Sur, a continuación de la calle Rébsamen, toda vez que la actual titular del IPE Daniela Griego Ceballos, conocedora del asunto pensionario y respaldada por un dinámico equipo de colaboradores, se ha lanzado con decisión a la tarea de ofrecer a los interesados un modelo de administración diferente, a fin de superar el desastre administrativo heredado de las administraciones anteriores, privilegiando el respeto a los derechos humanos y a los principios de austeridad, de honestidad, de igualdad e inclusión. Por cuanto a planeación y finanzas, su meta es “lograr una estabilidad real en lo concerniente al renglón económico” (a las finanzas públicas).

A vuelo de pájaro enlisto los logros del IPE, en el año y medio de gestión a cargo de Daniela Griego: Incremento de la reserva técnica (más de 300 millones de pesos); se han firmado 36 convenios de recuperación de adeudos con entes y ayuntamientos morosos (recuperación de 670 millones de pesos); escrituración de la estancia Garnica; ahorros por más de 14 millones por pago de seguro de salud y por personas fallecidas; renovación del ámbito informático, del mobiliario y de espacios físicos. También la rehabilitación de dos inmuebles abandonados durante casi 20 años, implementación de medidas de apoyo a los derechohabientes durante la pandemia, establecimiento de préstamos a corto y mediano plazos, realización de depósitos bancarios (a jubilados que cobran por cheque), así como la flexibilización de los servicios y la atención inmediata para los derechohabientes. Enhorabuena y adelante con la cruz. Estaremos pendientes.

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Atentamente

 

Profr. Jorge E. Lara de la Fraga

 

 

 

 

 

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