Panoramas de Reflexión
Muchos pronuncian el nombre de Dios como lo oyen en los templos, como los leen en la Biblia, y la verdad, esto ha provocado un sin número de cuestionamientos que me permití la osada aventura de investigar un poco al respecto y encontré por ahí un magnifico ensayo que me pareció muy acertado, leamos pues:
“Este cuestionamiento acerca del nombre de Dios es muy frecuente entre las personas que profesan distintas doctrinas religiosas. Incluso ha servido de base a muchas de ellas para argumentar su fe. También ha sido el pretexto de algunos para convencer a las personas que tienen escasa preparación. A veces llegan a confundirlas y hasta persuadirlas a que se conviertan a su religión.Hay muchos libros que pueden aclarar esta duda; sobre todo aquellos que han sido escritos por biblistas reconocidos, gente preparada y con abundantes conocimientos de las Sagradas Escrituras; que dominan los idiomas antiguos en que fue escrita la Biblia: hebreo, el Antiguo Testamento y arameo y griego, el Nuevo Testamento.El hebreo no tiene vocales, sólo consonantes. Los hebreos se las agregaban de puro oído; al ver cierta palabra, ya sabían las vocales que le tenían que poner. El nombre de Dios en hebreo tiene cuatro consonantes: YHWH. Estas consonantes fueron transmitidas por Moisés, a quien Dios le reveló su nombre. Contestó Moisés a Dios: “Si voy a los israelitas y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; cuando me pregunten ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?” Dijo Dios a Moisés: “Yo soy el que soy” (Ex. 3, 13-15).Pero, ¿con qué vocales pronunciaban los judíos estas consonantes: YHWH? No se sabe con exactitud. El hecho se debe a que los judíos dejaron de pronunciarlo desde su cautiverio en Babilonia, para evitar que el nombre divino fuera profanado por los labios impuros de los paganos en el año 597 a. C.Lo que hacían los judíos al encontrarse con el Tetragrama Sagrado (las cuatro consonantes YHWH) era una pausa de silencio. Posteriormente continuaban con la lectura. Todavía muchos lo hacen así en señal de un soberano respeto.En los años 750-1000 d. C., en plena era cristiana, unos sabios judíos, llamados masoretas, al encontrarse con esta dificultad, pues no sabían con qué vocales pronunciar estas consonantes, decidieron ponérselas por escrito. Para ello, utilizaron las vocales ae-oa de la palabra hebrea Adonai (Señor), con la finalidad de que las personas pudieran leer el nombre divino en los textos bíblicos. Al colocar éstas vocales a las cuatro consonantes hebreas, tenemos: YeHoWaH, es decir Jehová. Los masoretas fueron los que comenzaron a escribir el hebreo con vocales.Como se aprecia, la pronunciación del nombre divino, Jehová, es una de las posibles, es cosa de los masoretas.Pero por otra parte, hay muchos documentos que dicen que los judíos desde el siglo V a. C. pronunciaban YaHWeH, es decir, Yahvéh.Por otra parte, el nombre de Dios no se pronunció durante más de mil años, es por eso que hay muchas dudas acerca de su exacta pronunciación. Pero hay muchas pruebas que favorecen la pronunciación de YaHWeH, que sería la más antigua o la primitiva.Parece más correcto llamarle YaHWeH. Para demostrarlo, consultemos los siguientes testimonios:Teodoreto (siglo V a. C.) observó que, aunque los judíos nunca pronuncian el tetragrama, los samaritanos lo pronunciaban YaHWeH.Los samaritanos, desde su cisma de los judíos, rechazaron toda la evolución religiosa de éstos. Entonces se puede ver que en la pronunciación de los samaritanos está la pronunciación de los judíos del siglo V a. C. También San Epifanio (siglo IV) transcribe YaHWeH. Clemente de Alejandría, (hacia el año 200 d. C.) escribe YaHWeH”.
Con todo lo anterior, concluyo que todas las dudas que se tengan acerca del nombre divino se pueden aclarar; a Dios lo podemos llamar Jehová, Yahvéh, Padre, Dios; o con la abstracción: El Gran Arquitecto del Universo, para no entrar en distinciones de tipo religioso como lo hacen los masones, o con profundo respeto callando, venerando su nombre, como lo hacían los judíos. Dios es la mente de la cual nosotros somos un sueño, un pensamiento; y no se vale que su nombre se utilice para que grupos de fanáticos que se dicen profesar una religión, se alleguen de adeptos de escaso nivel cultural y baja autoestima, sólo para acrecentar más sus enormes filas, obtener más ganancias y fomentar más el oscurantismo social. Tenga cuidado. La única religión que debe existir sobre la faz de la tierra es la fe, la esperanza y la práctica de la caridad, quien esto hace, está en comunión con Dios. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.
Por Luis Humberto.
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