Confusión científica. Causante, SARS-CoV-2

Barloventeando

Confusión científica. Causante, SARS-CoV-2

Investigadores, científicos de todo el mundo están aplicados a la tarea de análisis de un virus, mucho se conoce respecto al comportamiento de estas partículas, pero es tal la confusión al respecto, que los investigadores no logran precisar si la partícula pertenece al reino animal, es una partícula mucho más pequeña que una célula bacteriana, contiene un pequeño genoma de ADN o ARN rodeado por una cubierta proteica. Los virus entran en las células huésped y secuestran las enzimas y otros componentes de la célula para producir más copias de si mismos, causando variedad de infecciones en plantas y animales, entre otros, el SIDA la viruela, y diversas infecciones virulentas. es una molécula sin vida, capaz de multiplicarse en forma semejante a los microbios, suena absurdo tal mención, pues no hace muchos años, los Coronavirus pudieron ser vistos mediante los súper microscopios electrónicos, pero su comportamiento, tiene particularidades que hacen difícil combatirlo cuando penetra vía la célula al cuerpo humano, la posible vacuna está en su fase primaria, imprecisa, pero los investigadores, están seguros que en menos de un año se tendrá la vacuna para aplicación; si no decide modificar su genoma.

Se da en la naturaleza la generación espontánea, en ocasiones para el bien de la humanidad y en otras para destruirle, el caso de la penicilina es el más ilustrativo ejemplo, es científico no sólo el que encerrado en el laboratorio repite y repite experimentos buscando acumularlos para establecer la confirmación de una idea que sólo llevada a la sistematización y repetición puede ser aceptada como científica.

Los más importantes avances de la ciencia, se dan cuando el investigador o persona normal inquieta, no se satisface con su estatus de vida en lo general y es invadido por la inquietud de que puede cambiar ese estatus. observa, afirma en su yo personal que puede cambiar lo observado para vivir mejor y… experimenta.

Convencidos del daño de COVID, al multiplicarse con carácter de Pandemia, lo más importante es su contención, evitar que la acción infecciosa avance incontenible, esto depende en gran parte del sistema inmunológico de cada ser humano, ante ello se busca el antiviral que de capacidad al organismo para atenuar y casi curar, el efecto infeccioso y letal del virus, se tienen medicamentos que antes surtieron efecto para combatir otros virus, pero como muchas investigaciones, los científicos cuidan o temen los efectos secundarios al aplicar un antiviral bueno para combate de otro virus, el comportamiento del ADN o ARN, ácidos nucleicos, acusan condiciones no del todo precisadas, ante ello se actúa con temor.

Para fortuna de la humanidad, los japoneses descubrieron el efecto de una partícula que originalmente define una enfermedad, la serratia, toxica, mortal, se obtiene de las vísceras del gusano de seda y formuladas sus variantes, se obtiene una partícula proteolítica, que destruye las proteínas infecciosas, la más común desarrollada en laboratorios es la serratiopeptidasa; esperemos la vacuna se tenga dispuesta este año, mientras cuidarnos, buena alimentación, baño diario, nada de contactos y mantener el encierro. ¡AGUAS!

Mayo 28 del 2020 [email protected] Luis Martínez Wolf