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Alternativa para la gente humilde

Por Luis Martínez Wolf

Barloventeando

¿Comprar cubre bocas o arroz y frijoles?

 

Mucho se habla en estos tiempos de pandemia covid19, respecto a las medidas a tomar para evitar ser contagiados o contagiar a nuestros semejantes que andan cerca, muchas de las medidas recomendadas por los expertos de salud, se pueden aplicar sin mayor problema, pero una de la más importante es el cubre bocas, se habla por los funcionarios expertos sobre la imprescindible conveniencia de usar el tapabocas, si atendemos esta medida es posible reducir los contagios y consecuente infección de más de un 65 % de las personas.

Buena la difusión de la medida relativa a uso sanitario del cubre bocas, su uso nos salva, pero por causa de la difusión al procedimiento salvador, el negocio de producir y vender cubre bocas, se ha catapultado, ni hablar de los precios, antes de la pandemia poco se usaba el dispositivo, pero desde que se propagó el mal, muchas personas respetan la disposición para su defensa, pero otras, hasta hace pocos días, por irresponsabilidad, ignorancia y falta de amor al prójimo y a nosotros mismos, ha causado que muchas personas que vemos por la calles, andan sin el cubre bocas, mas grave, los camiones urbanos van atestados de pasajeros sin el cubre bocas puesto.      ¿Que sucede?

Según los expertos duchos en los valores de estadísticas, en nuestro país tenemos poco más o menos un 50% de personas que viven en la pobreza, ello significa que son familias que con sus ingresos no pueden satisfacer necesidades primarias, casa, comida y sustento, por supuesto imposible atender diversiones, medicina o cualquier gasto indispensable, pero además, tenemos también un porcentaje indeterminado pero que puede sumar algunos millones de personas en la miseria total, incapacitados para comer una ración de supervivencia diaria. ¿Pregunto? :

Las personas que vemos por las calles sin oficio alguno, por supuesto sin beneficio, andan pidiendo limosna, algunos dedicados a sustraer, robar lo que pueden, para el sustento diario, propio y de los familiares, por supuesto esas personas se enferman y no tienen manera de recurrir al servicio médico social, pues son parias, rechazados por la sociedad, se enferman y andan contagiando a toda las personas que están cerca o los espacio comunes que saturan del virus, pedir a esas personas que usen el cubre bocas es una ironía, burla criminal humanitaria, si tuvieran disponible el costo de un cubre bocas, primero aplicarían los recursos para compra de alimentos básicos para subsistir, el cubre bocas para ellos es un lujo superfluo, inalcanzable.

Señores funcionarios, es tiempo de olvidar proyectos de gran lucimiento, con validez política en tiempos de abundancia, pero en estos tiempos lo prioritario, es la salud, en el caso de los tapabocas se deben obsequiar, después imponer su uso por medidas impositivas legales, pero primero, la supervivencia alimentaria. ¡AGUAS!

Julio 27 del 2020        [email protected]              Luis Martínez Wolf

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