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Marina Mercante Un Proyecto Parte 3

Por: Luis Martínez Wolf

Barloventeando

                    Marina Mercante Un Proyecto              Parte 3

          Un Gobernador de Veracruz propuso bursatilizar los recursos naturales, bienes y servicios factibles de poner en el mercado de valores, nadie ha entendido a cabalidad la brillante idea, en pocas palabras, bursatilizar significa, capitalización por pasivos, una empresa que tiene un buen proyecto pero anda escasa de capital, expone su idea con detalles, pronostica utilidades y emite documentos que se venden entre gentes que creen que el proyecto es un buen negocio, compran acciones capitalizando la empresa, la que puede entonces invertir en el negocio que se le ocurrió, no tiene que andar mendingando en bancos, los compradores de acciones se convierten en socios-acreedores de la empresa, pero van en las duras y las maduras, si el negocio funciona, ganan, si no da resultado, se quedan con papel que vale lo que los activos fijos depreciados del negocio.

 Aplicación práctica de nuestro artículo 27 constitucional. La Marina Mercante tiene todo para un exitoso proceso de bursatilización. Puertos, mares, personal, astilleros, solo falta decisión política y decidirse al buen uso de nuestro ahorro interno, aplicación de la reserva financiera internacional que siendo un pasivo solo vale para respaldar financiamientos o DEG los millones que se descuentan al trabajador promesa un futuro que tal vez no llegue.

                    Dicta el pequeño Larousse ilustrado para definir lo que es federalismo: “Sistema político por el cual varios estados independientes prescinden de parte de su soberanía en beneficio de una autoridad superior”; bueno y válido el anterior enunciado, el grave problema que enfrentamos los mexicanos es que la última palabra para definir federalismo, habla de un ente superior, más grave todavía, se habla de que la soberanía de los estados prescinden o renuncian a parte de sus derechos soberanos en aras de un poder superior, independientemente de que ese poder sea o no superior, en México se ha creado un sentimiento de inferioridad, subordinación total, de los Estados federados y complejo de superioridad del poder central al que están federados o subordinados los Estados.

El título segundo, capítulo I, artículo 39 de la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos afirma: “la soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo”, el artículo 40 del mismo título segundo establece: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república representativa, democrática, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”. Esa es la ley, la que debe normar el comportamiento del ente federal a quien el pueblo ha otorgado ciertas facultades, sin renunciar jamás a su carácter soberano, soberanía que escalatoriamente ejerce a través de las autoridades municipales y estatales, esta última condición, sine qua non constitucional no se está dando, se conculca cotidiana y flagrantemente. Se aplica únicamente la ley del embudo, lo ancho para la federación y lo angosto para los estados y municipios, nos toca la peor parte. ¡AGUAS!

Mayo 22 del 2020    [email protected]   Luis Martínez Wolf

 

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